Videojuegos: El Octavo Arte

Aunque durante muchos años a los videojuegos se les ha calificado con numerosas etiquetas negativas recientemente, gracias a la expansión del sector y de su comunidad, su presencia en la sociedad se ha normalizado y al videojuego se le ha empezado a ser considerado como una expresión artística. Y de esto último es de lo que voy a hablar en esta entrada, de la concepción de los videojuegos como un arte, como un arte global y completo, como un todo y no como un compendio de varias formas de expresión artística como se podría llegar a pensar (Conjunto de gráficos, música, narrativa…). La necesidad de expresar esta idea surge tras reflexionar a cerca de lo que me han hecho sentir y lo que me han aportado los videojuegos a raíz de mi reciente partida a Detroit: Become Human (Videojuego del que próximamente dispondréis de una entrada en la sección Let’s Play!).

Sería absurdo negar, y muchos aficionados a los videojuegos coincidirán conmigo, que los videojuegos, al igual que otras formas de expresión artística como lo serían la poesía, la literatura, la música o el cine, son capaces de influir en nuestras emociones y establecer una conexión emocional con nosotros, son un vehículo para la expresión de nuestros sentimientos y ejercen un papel en nuestra realización como personas.

Arte 2

De esta idea podemos llegar a extraer que el gusto por los videojuegos es algo muy personal y subjetivo que va a depender de la personalidad de cada uno. Cada uno vive un videojuego de un modo distinto acorde con su personalidad y acorde con el momento de su vida en el que está jugando. Por tanto es absurdo intentar transcribir en números objetivos o puntuaciones el valor de un videojuego, al igual que ocurriría con el valor de cualquier expresión artística, e intentar extrapolarlo al resto de la comunidad, tal como se pretende desde la prensa especializada, ya que dicho número solo será válido para aquella persona que ha emitido esa valoración.

Con esto no quiero decir que las puntuaciones no sirvan de nada, es necesario un sistema «normalizado» que califique a los videojuego y que sirva de orientación a los consumidores, pero hay que ser consciente de las limitaciones del mismo, de que a fin de cuentas son personas individuales, con sus preferencias personales por lo que no representan realmente a la comunidad, las que emiten estas puntuaciones y que hay videojuegos que, por sus características, tienen una mayor carga subjetiva que los hace menos susceptibles a entrar en esta escala «normalizada». La idea que quiero transmitir es que estas puntuaciones deberían interpretarse como lo que son, con todas sus limitaciones, y que no deberían ser objeto para emitir descalificaciones a cerca de otros videojuegos o de otros productos, como suele ocurrir, ni tampoco se deberían interpretar como una verdad absoluta a la hora de tomar una decisión a cerca de una compra.

Arte 4

Volviendo al hilo conductor de la entrada, atendiendo a la subjetividad inherente a la interpretación y al como se vive una expresión artística como un videojuego, pienso que deberíamos ser un poco más tolerantes a la hora de debatir en torno a los videojuegos. Yo esto al principio tampoco lo entendía y entraba en el sinsentido de tachar de «mierda» todo aquello que no era consonante con mis gustos y de elogiar como «mejor de la historia» aquello que más me gustaba crucificando a cualquiera dispuesto a contradecirme, imponiendo mi subjetividad y mis gustos personales a otros que no tenían el por qué compartir estos gustos.

Por ejemplo no entendía y me frustraba y me cabreaba el ver cómo un gran número de usuarios alucinaban con los primeros pasos de Link en Ocarina of Time por la Campiña de Hyrule y lo describían como una de las experiencias más gratificantes dentro del mundo de los videojuegos, cuando para mí fue un «ni fu, ni fa», o el ver que otro gran número de usuarios no reconociese que Final Fantasy IX, tal como pensaba yo, era «el mejor videojuego de la historia». Evidentemente estaba equivocado.

Arte 5

Los videojuegos se viven por cada uno y en cada momento. Tal es la influencia de la subjetividad en un videojuego que lo que para mí hoy es «una mierda» en otras condiciones podría haber sido «lo mejor de la historia». Con todo esto quiero subrayar la importancia de la esfera personal dentro del debate de los videojuegos. Muchas veces nos creemos poseedores de una condición superior que nos da la potestad para criticar e intentar imponer nuestros gustos sobre los de los demás cuando estos son igual de válidos que los nuestros, ¿a qué sería absurdo criticar e imponernos tachando de «mierda» las inclinaciones de alguien qué prefiere la pintura renacentista a la pintura de vanguardia? Pues con los videojuegos ocurre de forma similar.

Siempre que haya subjetividad de por medio habrá conflicto, pero hay que intentar hacer un ejercicio de madurez en pos de la tolerancia aceptando que, en lo que a expresión artística se refiere como podría ser por ejemplo un videojuego, lo que para mi es A para ti puede ser B y viceversa. De este modo no sólo un debate sobre videojuegos será más gratificante, sino que también estaremos abiertos a la posibilidad de conocer y experimentar otras propuestas que de entrada hubiésemos rechazado por nuestros prejuicios.

Arte 3

Y aprovechando esta entrada sobre los videojuegos entendidos como arte, como vehículo a través del cual se expresan nuestras emociones y sentimientos, me gustaría anunciar una nueva sección del blog, ¡Inolvidable!, una sección muy personal en la que me gustaría compartir aquellos momentos especiales en los que un videojuego para mí supuso una máxima expresión de dicho arte, despertando mis emociones y haciéndome experimentar y sentir cosas que no había ni he sentido con otros videojuegos ¡Espero que sea de vuestro agrado!

11 comentarios sobre “Videojuegos: El Octavo Arte

  1. Poco o nada se puede añadir a lo aquí dicho. Suscribo cada párrafo y pienso exactamente lo mismo, que los videojuegos o más concretamente su disfrute es algo muy personal, tanto que un mismo título genera en cada persona reacciones y emociones que pueden ser totalmente opuestas. Por ello es evidente que se debería desterrar el tradicional enfrentamiento que siempre ha existido entre fans de una u otra compañía/consola/juego pero eso es algo que, por nuestra propia naturaleza y, más importante aún, porque «vende», jamás desaparecerá…

    No obstante, alguno me dirá que ahora las compañías están más unidas que nunca, trabajando juntas y ofreciendo una imagen de concordia muy diferente a la, por ejemplo, época de los 16 bits que fuera escenario de la «guerra» entre Sega y Nintendo. A esto yo tengo que decir que soy muy escéptico al respecto y, a pesar de que no puedo probarlo, estoy convencido de que en las redes muchos de esos «trolls» son gente de dentro de las propias compañías que sigue alimentando el odio entre jugadores para que la polémica no acabe y se posicionen en un bando o en otro. Pasa en muchos otros ámbitos de la vida, sobre todo donde se mueve mucho dinero y la industria del videojuego no es seguro una excepción.

    Finalizaré diciendo que este es uno de los mejores artículos sobre los videojuegos que he tenido el placer de leer. Enhorabuena, Arald. Saludos.

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    1. De nuevo tal como te comenté en Bloguers, ¡Muchísimas gracias por comentar! Es muy importante para mí y una gran motivación para seguir escribiendo 🙂

      Yo a veces también pienso que existe cierto interés por parte de las empresas en que los jugadores se posicionen y enfrenten aunque estos no sean conscientes de ello y es que cuando hay dinero de por medio… Espero que con este tipo de entradas que escribimos los consumidores de videojuegos se conciencien de que lo importante realmente es vivir y disfrutar de los videojuegos y que eso es una experiencia personal que cada uno vive de un modo y que hay que respetar la opinión de los demás. Que sí, que todo elemento artístico es susceptible de ser criticado, pero siempre desde el respeto, de forma constructiva y con una mentalidad abierta. La de videojuegos que de entrada he rechazado y al final tras darles una oportunidad me han encantado. En última estancia todas estas actitudes de odio y de enfrentamiento más que dañar a la comunidad, que lo hacen, terminan por dañar a uno mismo enranciando la experiencia propia de juego y cerrando la puerta a nuevas experiencias.

      Un placer debatir contigo Emilio / Mr. Gamepad. ¡Un Saludo!

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    1. ¡Muchas gracias por comentar Leaf! ¡Estoy totalmente de acuerdo contigo!

      Sobre la nueva serie tengo bastantes ideas en el tintero y espero que durante este fin de semana o principios de la semana que viene, aprovechando que estoy de vacaciones, poder publicar ya la primera entrada. A ver si con suerte os termina gustando la idea y alguien se anima y la convertimos en una especie de “serie colaborativa” en la que compartir nuestras experiencias más especiales dentro del mundillo.

      Un placer hablar contigo Leaf ¡Un saludo!

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  2. Hace no mucho en mi blog reflexioné al respecto, fue en el análisis de Gris.
    Soy de los pocos jugadores de videojuegos a un nivel enfermizo que tiene series dudas a la hora de reconocer el videojuego como arte. Es algo que choca mucho porque vivo por y para ellos, pero me cuesta afirmarlo rotundamente.
    En ese artículo (te invito a leerlo, ya digo, es la entrada de Gris) venía a decir, básicamente, que considero los videojuegos una suma de artes más que un arte. Sí, la suma de artes tiene que ser un arte, pero no un «arte» por sí mismo. Una macedonia de frutas es fruta, pero no es una fruta. EL concepto es un poco ese.

    En cualquier caso, lo importante es disfrutar y saber valorar el trabajo detrás! Estamos obsesionados con los términos cuando realmente lo importante es valorar las cosas.

    Un saludo (y perdón por el spam sobre mi artículo, no es otra mi intención que profundizar en mi comentario sin más) *^^*

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    1. ¡Muchas gracias por comentar Neojin! Acabo de leer tu artículo sobre Gris, muy interesante, y entiendo lo que quieres decir. Aunque se trate de dos puntos de vista distintos, el videojuego como conjunto de artes o el videojuego como arte en sí, son dos caras de una misma moneda pues la finalidad a fin de cuentas es la misma: sentir, emocionarnos y, sobre todo, disfrutar con los videojuegos. Coincido completamente contigo en que los términos al final son lo de menos y que lo importante es disfrutar y valorar las cosas.

      Un placer leerte NeoJin, ¡Un Saludo!

      PD. Por cierto tengo una duda que a ver si me puedes resolver. Soy bastante nuevo en esto del bloggin y me gustaría saber si desde mi perfil de WordPress puedo seguir tu blog de Blogger tal como me estas siguiendo tú a mí, ¿o es que es necesario tener una cuenta de WordPress y otra de Blogger? ¡Gracias de antemano!

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